lunes, 8 de marzo de 2010

¿QUÉ ES EL ATC?


¿QUÉ ES EL ATC?

Las siglas ATC responden a Almacén Temporal Centralizado, aunque en realidad (según el Boletín Oficial del Estado de 29-12-2009) el nombre completo es Almacén Temporal Centralizado de combustible nuclear gastado y residuos radiactivos de alta actividad. Suponemos que el que no aparezca en las siglas los conceptos de residuos radiactivos de alta actividad o combustible nuclear gastado solamente responde a una cuestión de eficiencia lingüística, en ningún caso, suponemos, responde a un intento de ocultar o minimizar la peligrosidad del contenido del futuro “almacén”.

Según el informe “eventuales riesgos e impactos para las personas y el medio ambiente asociados a este tipo de instalaciones (atc)”, realizado por el Comité Asesor Técnico del Ministerio de Industria, una instalación como la propuesta para el almacenamiento temporal centralizado (ATC) de combustible nuclear y de residuos de alta y media actividad, plantea, además de los riesgos comunes a una actividad industrial de su tipología, un potencial riesgo específico radiológico, tanto para las personas, como para el medio ambiente.

¿QUÉ ALMACENARÁ EL ATC?

El ATC almacenará el combustible gastado, principalmente uranio y plutonio, proveniente de las centrales nucleares existentes en España, que son 7. Se almacenarán los residuos radiactivos altamente peligrosos de las centrales nucleares que por su potencialidad radiactiva no pueden almacenarse en el ya existente Almacén Centralizado de Residuos Radiactivos de Baja y Media Actividad de El Cabril (Córdoba).

Hasta ahora estos residuos se están guardando en las propias centrales nucleares. Una parte de los residuos radiactivos que irán a parar al ATC son los que regresarán de Francia, adonde fue enviado para su reprocesamiento o reciclaje el combustible nuclear de la central de Vandellós-1 (Tarragona), que fue cerrada en 1990 tras sufrir un accidente nuclear.

¿QUÉ CANTIDAD DE RESIDUOS IRÁN AL ATC?

Es una pregunta de la que no se conoce la respuesta. Dependerá de si se cierran progresivamente las centrales nucleares o no. Si no se cierran las centrales éstas generarán indefinidamente residuos y por tanto la cantidad a almacenar será cada vez mayor. Si en España decidiéramos cerrar las centrales nucleares progresivamente, a medida que vayan agotando su vida útil, sería necesario entonces almacenar unas 6.700 toneladas de residuos altamente radiactivos (según el Ministerio de Industria). Los residuos españoles que están en Francia y que retornarán son 13 metros cúbicos de residuos altamente radiactivos (RAA) y 666 metros cúbicos de residuos de media actividad (RMA).

¿CÓMO SERÁ EL ATC?

La instalación del ATC será una estructura de hormigón de 283 metros de largo, 78 de ancho y 26 de alto, que contará además con 4 chimeneas de salida de aire de 45 metros de altura respecto al nivel del suelo. De estas enormes chimeneas saldrá el aire que enfría los residuos radiactivos dentro del almacén, donde sea dirigido por el viento es cuestión de azar. Este aire contiene radioactividad, pero nunca, si funcionan las medidas de seguridad, en cantidades que supongan un peligro para la salud ni para el medio ambiente (según el Ministerio de Industria). El informe realizado por el Comité Asesor Técnico del Ministerio de Industria para la construcción del ATC denominado “Eventuales riesgos e impactos para las personas y el medio ambiente asociados a este tipo de instalaciones (atc)” habla de “impacto radiológico asumible”.

El complejo nuclear tendrá una superficie de unas 20 hectáreas (13 hectáreas para el ATC y de 5 a 7 hectáreas para el centro tecnológico).
El “Almacén” estará divido en diferentes áreas: el área o edificio de recepción del combustible, el área o edificio de manipulación del combustible, donde se insertará el combustible en unas cápsulas para su almacenamiento y el área o edificio de almacenamiento de las cápsulas de combustible. Cada uno constará de dos bóvedas con entradas y salidas de aire independientes. Por tanto, el ATC no sólo almacena, sino que los residuos radiactivos serán manipulados en su interior para poder almacenarlo en tubos de acero donde permanecerán por mucho tiempo.

Además del “Almacén” el complejo nuclear integra también un Centro tecnológico y puede albergar un centro de empresas que gestionará el Ayuntamiento de la localidad que lo albergue.

¿QUÉ ES EL CENTRO TECNOLÓGICO? ¿QUÉ TIPO DE INVESTIGACIONES SE REALIZARÁN DENTRO?

El Centro tecnológico estará junto al “Almacén” y se realizarán investigaciones sobre productos radiactivos.

El Centro Tecnológico tendrá diferentes laboratorios donde se llevará a cabo experimentación con el combustible nuclear, existiendo en concreto 3 laboratorios: el laboratorio de combustible, el laboratorio de radiactividad ambiental y el laboratorio de materiales. Además dispondrá para la experimentación de un Horno de Alta Temperatura Superior que podrá llegar a los 2.000 ºC

Según el Ministerio de Industria las líneas de investigación de los laboratorios del Centro Tecnológico tratarán sobre aspectos como: tecnologías de descontaminación de suelos, aguas, seres vivos y materiales; comportamientos del combustible bajo distintas condiciones de almacenamiento; durabilidad de hormigones de protección de radiaciones; ensayos de reducción de volumen de residuos radiactivos; tecnologías de separación de radionucléidos de vida larga, etc.

Precisamente esta experimentación es uno de los temas más polémicos, ya que pondrán en práctica una técnica científica muy poco avanzada y que puede generar algunos riesgos. Así, el objetivo principal del Centro Tecnológico es experimentar sobre como reducir el volumen del combustible nuclear gastado, a través de lo que se llama transmutación. Para su puesta en marcha se necesita instalar un reactor nuclear (según la organización Ecologistas en acción).

Por eso el objetivo del Centro Tecnológico es investigar técnicas para almacenar de manera definitiva los residuos radiactivos, intentando minimizarlos al máximo. Necesitan investigar qué harán con el combustible gastado de las centrales nucleares, porque de momento son residuos de los que no saben qué hacer, de los que no se pueden deshacer. De momento sólo se pueden almacenar, temporalmente, o mejor dicho, indefinidamente.

¿EL ATC ES SÓLO UN “ALMACÉN”? ¿QUÉ OTRAS ACCIONES SE REALIZAN DENTRO?

No. En el ATC no sólo se almacenarán los residuos de alta actividad. En el ATC se hacen tres cosas: recibir los transportes de los residuos, manipular el material y finalmente almacenar el combustible gastado y los residuos. Son precisamente las dos primeras tareas las más controvertidas.

Enresa (entidad pública responsable de la gestión de todos los residuos radiactivos que se generan en España) dice que el ATC es una instalación pasiva (Almacén), pero no es cierto. En el ATC se manipula el combustible radiactivo, con los riesgos de accidente que ello conlleva. En concreto el combustible radiactivo es metido en cápsulas y estas cápsulas en tubos de acero. Los tubos de acero son colgados suspendidos en el aire para que, mediante la convección o paso de aire, se vayan enfriando. Este combustible alcanza una temperatura alrededor de los 400 grados centígrados. Este aire caliente saldrá directamente al exterior por las chimeneas de 45 metros de altura, portando este aire cierta cantidad de radiactividad, pero en cantidades no peligrosas para la salud de las personas y el medioambiente, según Enresa, y siempre que las medidas de seguridad funcionen al 100%. Por tanto existe un procesado, una manipulación del combustible que llegará en grandes contenedores.

¿CÓMO LLEGARÁN LOS RESIDUOS RADIACTIVOS AL ATC?

El combustible nuclear, los residuos altamente radiactivos, llegarán al ATC dentro de grandes contenedores de acero. Estos contenedores serán transportados por carretera, en camiones de gran tonelaje, o si existen vías férreas cercanas al ATC, por ferrocarril, y suelen estar acompañados de personal armado. La zona pasa a convertirse en zona de máxima seguridad, y las inspecciones serán muy habituales.

Según el Ministerio de Industria, el ATC recibirá unos dos o tres contenedores cada mes durante un periodo mínimo de 20 años, en total como mínimo 650 operaciones de transporte. Eso supone unos 30 desplazamientos al año, prácticamente la llegada de un convoy radiactivo semanal desde las 7 centrales nucleares dispersas por España, desde Tarragona, Cáceres, Valencia, Guadalajara y Burgos. Aunque si las centrales nucleares siguen funcionando, el combustible gastado en ellas en el futuro también se transportará hasta el lugar del ATC. 20 años es lo mínimo, podríamos suponer que una vez construido el ATC podrá durar muchos años más ese transporte.

Esos contenedores en los que viajará el combustible radiactivo traen unos limitadores de impacto en sus puntas para minimizar los daños ante posibles accidentes en el transporte. Al llegar al ATC estos limitadores o medidas de seguridad, son retirados y el contenedor se pone en posición vertical para el vaciado del líquido radiactivo. Este líquido se introduce en unas cápsulas y estas cápsulas en unos tubos de acero, donde permanecerán enfriándose.
Las medidas de seguridad de los contenedores, como sus capas de acero de protección intentan evitar ante un posible accidente una reacción nuclear en cadena.

¿EL ATC ES TEMPORAL?

El almacenamiento en seco del combustible gastado y residuos de alta actividad utilizando la tecnología de bóvedas y la de naves de hormigón durará como mínimo un periodo de 60 años, aunque según el Ministerio de Industria el ATC tendría capacidad para mantenerse durante 100 años.

Citemos a Enresa: “A la hora de plantear la estrategia de almacenamiento temporal del combustible gastado y residuos de alta actividad resulta fundamental pensar no solo en el corto, sino principalmente en el medio y largo plazo, máxime, cuando la tendencia en España, al igual que en los países de nuestro entorno, prevé períodos de almacenamiento temporal prolongados debido a los retrasos significativos que se van acumulando en los programas de almacenamiento definitivo.”

Quiere decir esto que el ATC es “temporal” porque la ciencia no ha encontrado otra manera de gestionar los residuos nucleares. No tienen clara la manera de tratarlos de manera definitiva, por eso los almacenan mientras investigan si pueden deshacerse de ellos. ¿Cuánto tardará esta investigación en dar sus frutos? ¿60 años, 100 años? ¿Realmente se encontrará una solución definitiva?

Según Enresa la opción más realista de tratar los residuos de manera definitiva es construir un Almacén Geológico Profundo, es decir, enterrar “para siempre” los residuos a gran profundidad bajo tierra. ¿Cuál será el lugar elegido para este Almacén definitivo?

Por otra parte hay que tener en cuenta que el combustible nuclear gastado, si no se cierran progresivamente las centrales, puede ser reciclado en parte para reutilizarlo otra vez en las centrales nucleares, realizando viajes de vuelta con los residuos. Si el Gobierno toma esta decisión, que ya se hace en Francia o Reino Unido, este reprocesado se realizaría en el ATC.

En definitiva, mientras existan centrales nucleares el ATC no será temporal sino definitivo. En cualquier caso, la radiación peligrosa de los residuos de alta actividad tiene una temporalidad fijada en cientos de miles de años. En concreto tendrán que pasar 482.000 años para que el plutonio-239 que se encuentra en los residuos altamente radiactivos deje de ser radiactivo, 34.000 años para el radio-226, etc. Leer más...